ONU revela que los policías haitianos desvían municiones a las bandas armadas

Puerto Príncipe.-     La Policía Nacional de Haití sigue siendo una fuente activa de armas y municiones para grupos criminales, según reveló el más reciente informe del Grupo de Expertos de la ONU. El documento advierte sobre serias deficiencias en la gestión y rendición de cuentas del armamento incautado, lo que facilita su desvío hacia pandillas armadas.

De acuerdo con el reporte, miembros de la Policía Nacional son arrestados de forma regular por su implicación en el tráfico ilegal de equipo militar. La falta de supervisión interna permite que agentes corruptos retengan y revendan municiones no utilizadas durante operaciones oficiales. Además, algunos agentes aprovechan su estatus para adquirir municiones en la frontera con República Dominicana, eludiendo los controles de seguridad.

El informe detalla dos casos concretos registrados a finales de 2024. El 31 de octubre, un oficial de la Unidad Antiemboscada fue detenido transportando 2,695 cartuchos, en su mayoría de calibre 7,62 × 39 mm. El cargamento tenía como destino a un integrante de la pandilla Krache Dife. Las investigaciones sobre el origen de la munición continúan.

Pocos días después, el 8 de noviembre, un agente de la Unidad Temporal Antipandillas fue arrestado cerca del Campo de Marte, en pleno centro de Puerto Príncipe, con 2,400 cartuchos en su poder. La munición, que incluía 1,000 cartuchos de 5,56 × 45 mm y 1,400 de 7,62 × 39 mm, fue extraída directamente de la armería central de la Policía Nacional por su pareja, que trabajaba como secretaria en esa dependencia. Según la información recabada, el cargamento iba dirigido a uno de los principales líderes de la coalición criminal Viv Ansanm.

El informe del Grupo de Expertos subraya la urgencia de fortalecer las capacidades de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Haití en la gestión de armas y municiones, a fin de frenar su desvío hacia actores ilegales. También destaca que el tráfico de armas sigue siendo un negocio altamente lucrativo en el país, donde la debilidad institucional alimenta el poder creciente de las bandas armadas.