Publicado en Espectáculos, hace 5 horas
Santo Domingo. – Raúl de Molina, uno de los rostros más conocidos de la televisión hispana, vivió una experiencia crítica tras someterse a una cirugía estética a finales de mayo.
El presentador cubano, quien ha perdido más de 110 libras en los últimos años, decidió realizarse una panniculectomía, un procedimiento quirúrgico para remover el exceso de piel y grasa abdominal. Aunque en un principio todo marchaba bien, su recuperación tomó un giro inesperado que lo llevó al hospital de emergencia.
“Me quitaron 15.4 libras de pellejo y gordura que me colgaban en la barriga. Lo hice porque no podía nadar ni hacer ejercicio”, explicó De Molina en una entrevista exclusiva con People en Español. Sin embargo, pocos días después de la operación, perdió el conocimiento en su casa en Miami.
“Mi hija Mía se iba a su clase de pilates… lo último que recuerdo es despertarme y verla llamando al 911. Había perdido mucha sangre”.
El presentador fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos descubrieron una pérdida interna de sangre y lo sometieron a una cirugía de emergencia para prevenir una sepsis, una infección grave del torrente sanguíneo.
Permaneció internado durante tres días y posteriormente ha tenido que recibir tratamiento para cerrar una herida que se volvió a abrir tras su regreso a casa.