Publicado en Todo Incluido, hace 2 semanas
Marcelino Lara
Son dos pilares que soportan la soberanía de un Estado. Sin su existencia garantizada, ningún Estado puede decir que es realmente soberano.
La seguridad alimentaria está garantizada por la producción nacional, no por las importaciones de alimentos. De ahí que ninguna Ley que facilite las importaciones de alimentos es garantía de seguridad alimentaria.
Una Ley de importaciones de alimentos más que dar seguridad alimentaria al país, nos lleva a depender de la producción de alimentos de otros países, mientras conduce a la quiebra al productor local.
Es así como se genera una supuesta o falsa sobreproducción local originada simplemente porque los productores nacionales no pueden competir con las importaciones de alimentos subsidiados en sus países de origen, y simplemente se ven obligados a no vender con pérdida el fruto de su trabajo.
Ningún país del mundo puede sustentar su seguridad alimentaria en las importaciones de alimentos. Eso es más bien una dependencia alimentaria de otros países. Por eso es que decimos que la falta de seguridad alimentaria afecta de forma muy negativa la soberanía del Estado dominicano.
Por otro lado, tenemos la seguridad nacional, que puede ser interna y externa, y debe ser garantizada por los organismos de seguridad del Estado dominicano tanto civiles como militares y policiales, que deben velar por el respeto a nuestra Constitución y a la soberanía nacional.
La seguridad interna se ha visto debilitada en los últimos tiempos con la entrega de contratos a personas y empresas privadas para que asuman el manejo de los asuntos internos relacionados con la seguridad nacional.
Han ocurridos peligrosos eventos que han afectado la seguridad nacional interna como apagones en el aeropuerto, pista de aterrizaje con hoyos, choques en el metro de Santo Domingo y hackeos a instituciones del Estado.
Asimismo, cualquier persona se mueve por el mundo con pasaporte dominicano aún cuando nunca haya pisado territorio de República Dominicana.
De igual forma por nuestra frontera terrestre se trasladan personas físicas sin ningún tipo de control pero también cualquier tipo de mercancías, incluyendo armas de fuego.
La inmigración ilegal se ejerce sin ningún tipo de intervención por parte de autoridades, y prácticamente el país ha perdido su soberanía para controlar el flujo ilegal de personas a través su frontera terrestre.
En cuanto a la frontera aérea, como elemento de seguridad nacional externa, ya la hemos perdido mediante un acuerdo de cielos abiertos firmado con Estados Unidos, a quien le entregamos la soberanía de nuestro espacio aéreo.
Y como para dar el tiro de gracia a nuestra seguridad nacional externa, acabamos de entregar a la Unión Europea, a través de los Países Bajos, más de 200 millas náuticas de nuestra franja marina.
De manera que el Estado dominicano ha perdido su soberanía terrestre para defender de intrusos su espacio geográfico a través del control fronterizo.
También perdió su soberanía sobre el espacio aéreo al entregarlo a USA a través de un Acuerdo de Cielos Abiertos.
Y finalmente, el Estado dominicano perdió su soberanía sobre la franja marina al otorgársela a la Unión Europea a través de los Países Bajos.
Un país sin seguridad alimentaria y sin seguridad nacional, es simplemente un país que ha perdido su soberanía, y por tanto, ya ha dejado de ser un país.
De igual forma, un Estado que no garantiza la seguridad alimentaria a sus ciudadanos ni tampoco la seguridad nacional interna y externa, pero que además ha perdido el control de sus fronteras terrestre, aérea y marítima, es simplemente un Estado fallido.
Cuánto esfuerzo costo a nuestros padres fundadores crear a República Dominicana para que 180 años después perdamos nuestra categoría de Estado soberano como resultado de la ineficiencia administrativa, el desconocimiento histórico y la incapacidad política.