Si cede a las presiones se arriesga a salir del poder antes de tiempo

El rechazo del presidente Luis Abinader a la propuesta de los EEUU de establecer campamentos para haitianos en nuestro territorio, ha desatado la furia del Tío Sam. En represalia ha lanzado una serie de ataques a la economía de impredecibles consecuencias.

La única certeza que tenemos es que todo el pueblo dominicano está unido para luchar por sus intereses. Lideres políticos de oposición, empresariales, religiosos y de la sociedad civil han rechazados las medidas de los Estados Unidos contra nuestro país.

La ofensiva fue iniciada con un llamado de alerta sobre “trato desigual” supuestamente recibido por visitantes estadounidenses de piel oscuras. Un golpe bajo contra el turismo, factor clave de la economía.

El segundo ataque fue dirigido contra la producción de azúcar, otro renglón básico de la economía. Según alegan, por reincidentes violaciones a los Derechos Humanos. Debemos preguntar. ¿Por qué esperaron el momento de una emigración masiva de haitianos para actuar?

Los argumentos enarbolados en el primer caso carecen de sustento. En todos los puertos y aeropuertos de entrada y salida a un país, los procedimientos varían muy poco. Las cámaras de seguridad registran todos los acontecimientos. Por ende, ningún funcionario se arriesga a perder su trabajo aplicando métodos violatorios de las leyes.

Además, cantidad agentes vigilan los movimientos de los pasajeros.  ¿Por qué no mostraron videos y testimonios de los afectados? Nuestro pais en un atractivo turístico, donde cada visitante recibe un trato amable.

En el segundo caso, Central Romana es de capital norteamericano y parte de sus beneficios entran a los EEUU. Pero, lo único que interesa, es seguir golpeando la frágil economía.

En medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha provocado una crisis económica global, tomaron dos decisiones absurdas contra un país cuyo gobierno trabaja sin cesar para mantener sus fuentes de ingresos para cumplir los compromisos con acreedores y las demandas de la población.

EEUU, no tomó en cuenta que somos el país más solidario con Haití, que tenemos en nuestro territorio cientos de miles de haitianos, que nuestra capacidad no resiste más.  ¿Por qué no han actuado contra las bandas criminales, que hundieron  Haití en un abismo de ingobernabilidad?

Daniel Rivera, ministerio de salud, afirma que solo en los servicios médicos que requieren los haitianos residentes en nuestro país, se han invertido RD$ 10.000 millones en el presente año. Una alta suma que va en detrimento de la salud del pueblo dominicano.

Castigar a un país que ha demostrado su amistad y apoyo en todos los escenarios internacionales, es un acto que aumenta el desprestigio del Coloso del Norte. Mientras tanto, China sigue avanzando, sumando amigos y aumentando su influencia en la región.

Anteriormente los haitianos llegaban a nuestro país para trabajar sin causar agravios. Pero, el desbordamiento de la violencia y la hambruna, ha empujado además de los que vienen a trabajar a una horda de delincuentes y criminales, que han introducido la aberrante modalidad de asesinar con “Descuartizamiento” un ensañamiento atroz y salvaje contra los dominicanos.

Consciente de esta realidad Estados Unidos continúa expulsándolos. Según Blas Núñez, subsecretario Interino de Política Fronteriza e Inmigración de Departamento de Seguridad Nacional. Están buscando terceros países, para enviarles los emigrantes, que no puedan regresar al pais de origen.

En el nuestro, no caben más. Si Abinader cede a las presiones se arriesga a salir del poder antes de tiempo. De mantener con firmeza su posición, puede ganar la reelección.