Señala que desde el 21 de abril las autoridades dominicanas —nación que comparte casi 400 km de frontera terrestre con Haití— están aplicando un protocolo que prevé el arresto y expulsión de extranjeros sin documentación que acuden a hospitales públicos del país.
«Aunque se garantiza la atención médica antes del arresto, este procedimiento aleja a los haitianos del acceso a los servicios de salud y afecta, especialmente, a las mujeres embarazadas o con recién nacidos. Se trata de una clara violación de las normas internacionales de la ONU, que exigen la separación entre los servicios públicos y las autoridades migratorias, para evitar un clima de represión», agrega el Vaticano en su reseña periodística que firma Greta Giglio.
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