Balas Perdidas, Vidas Robadas

La escalada de muertes en supuestos “intercambios de disparos” en nuestro país es una crisis que exige una acción inmediata y profunda. Mes tras mes, los titulares nos confrontan con cifras alarmantes de vidas truncadas, dejando familias destrozadas y comunidades aterrorizadas.

¿Intercambios de disparos o ejecuciones extrajudiciales? Esta pregunta persiste como una sombra sobre cada nuevo caso. La falta de investigaciones transparentes y la impunidad que rodea estos incidentes erosiona la confianza en nuestras instituciones y alimenta un ciclo de violencia que parece interminable.

Es hora de exigir respuestas claras y contundentes:

Cada caso debe ser investigado de manera exhaustiva y transparente por organismos independientes, asegurando que se haga justicia y se eviten encubrimientos.

Es fundamental capacitar a los agentes en el uso adecuado de la fuerza, promoviendo protocolos claros y estrictos que prioricen la vida humana.

Se requiere una reforma integral del cuerpo policial, incluyendo la depuración de sus filas y la implementación de mecanismos de control ciudadano.

Debemos abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades, para construir un futuro más seguro para todos.

Los intercambios de disparos no solo matan, sino que siembran el terror y destruyen el tejido social. Es hora de decir basta. Exijamos un país donde la vida sea valorada y la justicia prevalezca.