Publicado en Deportes, hace 2 meses
Santo Domingo.- Las intensas y complicadas negociaciones para que Águilas y Licey se enfrentaran este otoño en Nueva York se convirtieron en el thriller del verano de la Lidom… Erraron quienes pensaron que con el anuncio oficial y puesta en venta de boletas el mes pasado ya la novela se podía enviar a imprenta.
Esta semana el evento podría ser cancelado, si la Liga Dominicana de Béisbol y la empresa Latin Events no renegocian el acuerdo original, uno que legalmente no ha entrado en vigencia porque no se ha completado lo realacionado al pago a los peloteros a través de su sindicato (Fenapepro). Los juegos serían de exhibición.
Los costos para el montaje de este año se dispararon, lo que llevó a los organizadores a trasladar el aumento a los tickets cuya venta marchan a un ritmo por debajo, un escenario que plantea pérdidas mayúsculas.
Ticketmaster, la plataforma de venta de boletas, las colocó en precios que arrancaban en US$70 y llegaban hasta US$643 para cada juego en El Bronx (8 y 9 de noviembre). En 2023, los asientos se vendieron en ventanillas entre US$40 y US$207 en el Citi Field, que atrajeron a más de 90 mil personas en tres días.
El otro obstáculo
Una vez negociado el pacto entre Lidom y Latin Events (que se anunció el 20 de septiembre), esta última tenía que acordar con la Fenapepro, responsable de pagar a los jugadores, y no los equipos.
Además de que tanto a la directiva de azules como de amarillos se le habría duplicado lo pagado en 2023 esta vez hay que erogar US$1 millón a los otros cuatro clubes de la Lidom y arrendar un estadio más caro que el Citi Field, que esta vez acogerá solo un choque.
“(Mejía) no es capaz de entender la situación para que nos sacrifiquemos todos. Si no se abaratan los precios de las boletas no va a haber serie este año”, explicó una fuente cercana a las negociaciones.
Si Ricardo Ravelo, presidente del Licey, soltó pistas el jueves de la “inseguridad” de que la serie tenga lugar, Julio Cury, abogado de Latin Events, arrojó más luz el viernes en el programa Grandes en los Deportes. Entonces, Mejía le devolvió el pitcheo la noche del sábado desde Puerto Plata, adonde acudió a la reapertura del estadio José Briceño.
“Hay unos temas pendientes que no dependen de la liga, ni del Licey, ni de las Águilas, ¡que se sepa! Son cosas que alguien tiene que hacer y que no ha hecho”, dijo Mejía. “Cuando hay un contrato cada parte se obliga a algo, nosotros hemos cumplido con todo, ellos como promotor tienen que cumplir con algunas cosas”.
Consultado al respecto por Diario Libre el domingo, Cury indicó que le había resultado imposible sentarse en la mesa de negociación.
“(Mejía) ha sido un puente roto: ni responde correos electrónicos, ni mensajes de WhatsApp, ni llamadas telefónicas. Es lástima, pues no debería devanarse los sesos en idear fórmulas para agenciarles beneficios económicos a los equipos y a la propia liga, sino también, y, sobre todo, en lograr que el fanático de la diáspora acceda y disfrute de los juegos”, dijo Mejía a DL a través de un mensaje de texto.
“Sin embargo, el egoísmo y ambiciones parecen crecer por encima de ciertas personas y las cubre con su sombra. No sabemos si su actitud está asociada a esa rancia ideología de pecar a conveniencia de sordo, ciego y mudo, pero sería oportuno volverle a recordar que Titanes del Caribe no es de Latin Events, sino un esfuerzo conjunto, por lo que liga, equipos y promotor deben poner de su parte, y de no ser así, se romperá la taza”, escribió Cury.
“Ha sido deplorable la apatía, el desinterés, la indolencia de Vitelio respecto de las legítimas preocupaciones que Latin Events se ha permitido manifestarle por diferentes vías, pero al parecer, por sus venas fluye sangre de fenicio. Claro está, si esa forma de ser le ha imantado éxito, no creo que en el estadio de vida en que se encuentra, vaya ya a modificarla”, concluyó Cury.