Publicado en Espectáculos, hace 2 meses
Santo Domingo. – La propuesta del Gobierno de eliminar los incentivos fiscales de la Ley de Cine ha encontrado el rechazo de los cineastas agrupados en la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine), así como de gestores que no forman parte de la entidad.
En los foros de cine ya se organizan protestas en lugares públicos para evitar que la legislación que fomenta la industria cinematográfica sufra alguna modificación, además de visitas a las autoridades en el Congreso Nacional.
El ministro de Hacienda, Jochi Vicente, al ofrecer los detalles en el Palacio Nacional, informó que los incentivos consignados en la Ley de cine ya cumplieron su misión.
La propuesta del Gobierno de eliminar los incentivos fiscales de la Ley de Cine ha encontrado el rechazo de los cineastas agrupados en la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine), así como de gestores que no forman parte de la entidad.
En los foros de cine ya se organizan protestas en lugares públicos para evitar que la legislación que fomenta la industria cinematográfica sufra alguna modificación, además de visitas a las autoridades en el Congreso Nacional.
El ministro de Hacienda, Jochi Vicente, al ofrecer los detalles en el Palacio Nacional, informó que los incentivos consignados en la Ley de cine ya cumplieron su misión.
También han fijado su posición Ana Bélgica Güichardo Bretón, directora del Departamento de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra; la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la República Dominicana (AccineRD); Adocine; la Federación Dominicana de Arte y Cultura; y el movimiento Gestores Culturales RD.
El experimentado cineasta Ángel Muñiz salió en defensa de los jóvenes que estudian en las universidades del país, quienes verán truncados sus sueños si lo planteado por el Gobierno se convierte en ley.
“Despejado de cualquier interés personal que pudiera afectarme, solo pienso en la cantidad de estudiantes en todas las universidades que, aprovechando la Ley de Cine, vieron la oportunidad de beneficiarse, al igual que muchos de nosotros. Pero los grandes perjudicados serán los estudiantes que han llenado las aulas con la esperanza de que una ley les pudiera servir para cumplir sus deseos de convertirse en cineastas”, apuntó el director de “Nueba Yol, por fin llegó Balbuena”.
Argumentó que muchos ya se han graduado y hoy se encuentran en esta situación. “¿Qué estarán pensando los padres de esos jóvenes, muchos ya graduados, otros a mitad de camino?”.
El cineasta Pablo Chea comentó que la industria del cine es la única que desaparecerá si le quitan los incentivos porque requiere actualizaciones constantes en los equipos, así como la preparación de sus operadores.
“Para poder sobrevivir en el mercado es necesario contar con los incentivos porque con ellos se puede ofrecer el servicio a locales e internacionales. Sin eso, todo bajará y muchas personas tendrán que ser creativas para hacer otras cosas”, comentó Chea.
El abogado y escritor Edwin Espinal aseguró que la industria creativa debe ser incentivada según lo establece la Constitución de la República.
“Uno de los planos de integración en la vida cultural es el activo, participativo y de contribución, manifiesto en el desarrollo o financiamiento de planes y actividades culturales por parte de personas, instituciones y comunidades, las cuales deben ser incentivadas y apoyadas por el Estado, como lo consagra el artículo 64, numeral 1, de la Constitución. La promoción y estímulo de la creación cultural tiene, pues, raigambre constitucional”, comentó.
Y añadió que, ante una política cultural limitada, fragmentada, sin metas a mediano y largo plazo, y territorialmente reducida, el ejercicio del derecho a la cultura, en lo que se refiere a la posibilidad de acceder y disfrutar de bienes y servicios culturales y de la producción artística y literaria, resulta restringido en detrimento de la ciudadanía.
“La Ley de Mecenazgo buscaba salvar esa falencia, pero con la propuesta de eliminación de sus incentivos el Gobierno desconoce un mandato de nuestra Ley Suprema. De resultar así y siendo coherente, el presidente Abinader debe ordenar la desaparición de la Dirección de Mecenazgo”, agregó.
Adocine, a través de un comunicado de prensa, expresó su enérgico rechazo a las pretensiones de derogación de los incentivos establecidos en la Ley 108-10, Ley de Cine.
“Consideramos que esta medida atenta contra un sector en crecimiento, que es la industria cinematográfica en nuestro país. La derogación de estos incentivos conllevaría la pérdida de más de 25,000 empleos y la quiebra de más de 375 empresas del sector”, indicó Adocine en el documento.
Esta reforma destruiría el avance logrado por el país como destino fílmico.
“Lo que hemos conseguido en apenas seis años de aplicación real de la ley lo entregaremos en bandeja de plata a Colombia, México, Uruguay, Ecuador y Puerto Rico, dejando de percibir las divisas frescas que cada año van en crecimiento. El sacrificio fiscal no es de RD$7,200,000 porque no se consideró el pago de los impuestos directos como el ITBIS y el ISR, que ascienden a más de RD$3,000,000”.
Ana Bélgica Guichardo, directora del Departamento de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, reflexionó:
“Entiendo que ningún país progresa sin que se invierta en la cultura y es una lástima que se elimine una ley tan importante como la Ley de Mecenazgo y que esté en riesgo la Ley de Cine, que tanto ha aportado y tiene el potencial de seguir creciendo”, dijo.
Y agregó: “Los números y estadísticas de consumo de cine local lo único que indican es que debemos seguir trabajando por la educación en República Dominicana. Cuando logremos posicionar nuestra joven industria, podremos consolidar una cultura que podamos exportar, como lo han hecho otros países a través de su industria audiovisual”.
Danilo Reynoso, actor y productor de cine, confesó que lo que estaban viviendo parecía una película.
“Nosotros procuramos exactamente lo mismo desde el primer día, participar en los encuentros y socializar posibles soluciones a las inquietudes y propósitos estatales respecto a la reforma. Es tanto así, que iniciamos un proceso de autorregulación limitando los presupuestos de las películas, pero el Ministerio de Hacienda nunca nos ha recibido. Estamos en disposición de ir al Congreso, a la Presidencia o donde sea necesario para velar por los empleos de más de 30 mil personas y 375 empresas que participan en nuestra industria”.
La destacada actriz Cheddy García, quien ha participado en múltiples producciones cinematográficas, salió en defensa de su sector.
“La industria del cine en RD va más allá de hacer películas; nosotros nos hemos convertido en un país admirado y galardonado a nivel mundial, o sea, que nuestras historias nos dimensionan, siendo estas embajadoras de nuestro séptimo arte y de nuestra cultura. En lo particular, rechazo cualquier atentado contra una ley creada para dar grandes oportunidades y fuentes de empleo; nuestro cine es hoy un referente mundial”.
Y recordó que las escuelas de cine, universidades e institutos dejarían de tener sentido “si no contáramos con una ley que siga permitiendo la ejecución de dichos conocimientos. Cientos de dominicanos tendrían que emigrar y fortalecer así otra industria. No es justo, nuestra cultura cinematográfica quedaría relegada. Lo pertinente es crear debates y buscar una solución que nos permita seguir trabajando”, dijo.
La experimentada productora de cine y comerciales, Desirée Reyes, se sorprendió cuando escuchó la propuesta para la derogación de los incentivos de la Ley 108-10, ya que se trata de incentivos que han propiciado la construcción de una industria de cine nacional.
“La propuesta de derogación de incentivos de la Ley 108-10 me ha sorprendido, ya que se trata de incentivos que han propiciado la construcción de una industria de cine nacional, que se traducen en multiplicación de empleos de calidad, aumento de la base de contribuyentes, impacto en la promoción positiva del país, así como en la atracción de inversión extranjera”, dijo.
“Esos incentivos que el ahora presidente, entonces en campaña, dijo comprender y prometió defender. Para mí, como ciudadana, más incluso que como cineasta, es imposible comprender por qué se afecta un proyecto de Estado que está más cerca que cualquier otro de producir el logro de objetivos que la propia reforma y la agenda de desarrollo sostenible plantean”, comenta la productora.
Omar de la Cruz, director del Festival de Cine Global y tesorero de Adocine, dijo que van a priorizar el diálogo, pero, si tienen que ir a protestar a las calles, lo harán.
“La propuesta de derogación de la Ley 108-10 ha sido presentada de manera abrupta, sin un acercamiento previo con el sector ni un análisis exhaustivo de los datos. Esta decisión parece basarse en cifras poco realistas y comparaciones desiguales, sin considerar el impacto negativo que tendría sobre la Marca País, la estabilidad jurídica y la confianza de los inversionistas extranjeros”.
Y recordó al Gobierno que esta medida afectaría directamente a miles de jóvenes que eligieron estudiar cinematografía en las universidades locales con la esperanza de desarrollarse profesionalmente en su propio país.
También perjudicaría a más de 25 mil miembros de la industria cinematográfica que optaron por formalizarse tributariamente, desmantelando medianas empresas que actualmente contribuyen con miles de millones en impuestos.
“Por estas razones, consideramos que lo más adecuado sería reunirse con los representantes de la industria antes de tomar decisiones que podrían causar un daño irreversible. Confiamos en la sensatez del presidente Luis Abinader y en su disposición para escuchar nuestras preocupaciones. Estamos dispuestos a colaborar y proponemos un ajuste que limite el gasto general: 2,500 millones para el artículo 34 y 10,000 millones para el artículo 39”, señaló Omar de la Cruz.
La presentadora de televisión y productora de cine, Jessica Hasbún, también habló a favor de la industria.
“¿Qué va a pasar con las personas que han hecho grandes inversiones con el supuesto compromiso del Gobierno? ¿Con aquellos que han invertido millones de dólares en equipamiento, en estudios y en capacitación? ¿Qué va a pasar con una industria de más de 25 mil personas, los estudiantes, los técnicos? Realizar los trabajos que se están haciendo es imposible sin el apoyo de una ley de incentivos. Sigamos trabajando y apoyando el cine dominicano, que está en su mejor momento y en franco crecimiento”, indicó.
El galardonado cineasta dominicano Tabaré Blanchard lamentó que el Gobierno no se haya acercado al sector al que pertenece.
“Entiendo que para esta propuesta no hubo un acercamiento por parte del Estado con la industria cinematográfica para llegar a un diálogo entre ambas partes y no eliminar la ley de cine, que afecta a más de 25 mil empleos directos, sin mencionar la cantidad de estudiantes que están cursando la carrera en todas las universidades locales, que cuentan con este sistema de incentivo para poder trabajar en el área y ser profesionales del cine en su país”, dijo Blanchard.
Y agregó: “Una de mis preocupaciones principales es esa: ¿qué les decimos ahora a todos estos jóvenes estudiantes de cine que vieron una industria local fortalecerse, y que les brindaba la seguridad de hacer una carrera en ella? El Estado ha tenido conversación con los demás sectores, y el cinematográfico ha sido excluido de ese diálogo. Queremos ser incluidos y que se nos escuche y analice desde un punto de vista objetivo y real”, concluyó.
Rosa Angélica Rodríguez, quien trabaja en la industria cinematográfica y es parte de la directiva del movimiento Gestores Culturales RD, no solo se refirió a lo planteado para que se eliminen los beneficios en el cine, sino también a la recién creada Ley de Mecenazgo, que ni llegó a implementarse, dejando en papel más de 100 proyectos que fueron aprobados por la Dirección General de Mecenazgo y el Ministerio de Cultura.
“En mi caso particular, por ser cineasta de profesión y partícipe en la primera convocatoria de proyectos de la Dirección General de Mecenazgo, siento que es una estocada mortal y por la espalda al sector cultural la derogación de las dos leyes, sobre todo luego de presenciar en abril al presidente y candidato a la presidencia, Luis Abinader, comprometerse con los artistas y gestores culturales a apoyar el arte y la cultura”.
Dijo que no están mirando a futuro con claridad, sus visiones no son claras.
“¿Qué tipo de cultura dominará en el país si no se fomenta y fortalece desde el Estado, con los impuestos de los mismos contribuyentes, las artes en todo el país? La Ley de mecenazgo 340-19 brinda la oportunidad de descentralizar las actividades culturales, que se concentran en Santo Domingo, específicamente en la Ciudad Colonial.
Respecto al cine, duele ver que se hayan empeñado en dejar sin futuro y desarrollo a un sector en crecimiento que aún necesita, que aún es imprescindible para su total fortalecimiento, los incentivos que ayer el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, de forma fácil e irresponsable, proponía eliminar”, comentó.
AccineRD
La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la República Dominicana (AccineRD), bajo la presidencia del reconocido escritor y cineasta Luis Arambilet, ha expresado su total desacuerdo con la propuesta de reforma fiscal 2024 presentada por el Ministerio de Hacienda. La Academia considera que esta reforma desmantela gravemente la Ley 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica, al proponer la derogación de varios numerales y artículos sustantivos que, desde su implementación, han impulsado el desarrollo de la industria cinematográfica en el país.
En su comunicado, Arambilet señaló que esta propuesta es comparable a políticas implementadas en otros países de Iberoamérica, donde el valor de los activos culturales ha sido minimizado, afectando gravemente el desarrollo socioeconómico de los sectores que dependen de la cultura. “Calificamos esta propuesta que se remite al Congreso Nacional como inconsulta e indignante”, expresó.
La industria cinematográfica, que ha sido uno de los pilares de crecimiento cultural y económico en la última década, está en peligro, según la Academia. “El cine y el audiovisual son parte esencial de la riqueza cultural moderna de los pueblos”, afirmó Arambilet. “Eliminar los incentivos establecidos en la Ley de Cine afectaría directamente la llegada de inversión extranjera y la coproducción nacional, elementos clave para el crecimiento económico y la generación de empleo en el sector”, argumentó.
La Federación Dominicana de Arte y Cultura, en voz de su presidente Pedro Julio Quezada, expresó su profunda preocupación por la reciente reforma fiscal presentada por el Gobierno Dominicano, que elimina los incentivos fiscales contemplados en la Ley de mecenazgo cultural (Ley 340-19).
Esta medida, que afecta directamente el 2.5% de respaldo fiscal otorgado a los mecenas del sector cultural, representa un golpe severo al ya frágil ecosistema cultural del país.