Publicado en Editorial, hace 6 años
Llevar a mayor nivel la Seguridad Social es meta obligada. Su armazón debe crecer en prestaciones y fortalecerse en eficacia. Un propósito en el que deben concentrarse todos los actores. Pesan allí intereses diversos: médicos, clínicas, proveedores de tecnologías y las administradoras con sus poderosos patrocinadores; y como eje de todos, el Estado comprometido a regir y a ser la legítima representación de los afiliados que dan razón de ser y financian al imprescindible sistema de protección.
El ministro de Salud Pública llamó con buen sentido y acogida a un diálogo que conjugue voluntades para dilucidar las fallas, insuficiencias e inequidades que se manifiestan contra quienes prestan servicios y más que nada sobre quienes los reciben. El estallido de rebeldía contra las ARS obliga a revisar a fondo las reglas de juego.